23 Agosto 2006 - Puerto Santa Clara - Jálama

Salimos una mañana muy nublada, que prometía lluvia más que sol.







Dia nublado, el Jálama tapado por las nubes





Llegamos al puerto de Santa Clara y el diluvio nos acompañaba, era imposible hacer nada, así que decidimos volver otro día.













Puerto de Santa Clara bajo el diluvio




Al cabo de cinco días decidimos de nuevo intentarlo, esta vez sí que hacía buen día.
Como en la anterior excursión que hicimos el 11 de Agosto desde Acebo no llegamos a alcanzar la cima del Jálama al pasar por el camino del Payo, esta vez nos dejamos guiar por una ruta encontrada en internet que nos aconsejaba comenzar en un camino cercano al puerto de Santa Clara que es utilizado para acceder al cortafuegos.

Inicio del camino al cortafuegos
 
 
 
El camino es muy bonito, navegando por un bosque de sombras del robledal, pero enseguida se convierte en cortafuegos y el bosque de robles en pinar, aún así permite seguir montado en bici pero el desnivel es brutal, se hace prácticamente impracticable.

 El cortafuegos
 
Al final del cortafuegos se pierde prácticamente el rastro de la ruta, tan solo unos montoncitos de piedras que aparecen de cuando en cuando nos van guiando por desdibujados trazos de sendero.
 

 Sendero
 
 
Finalmente el sendero desaparece y se convierte en monte salvaje donde ya no hay ningún árbol que pueda proporcionarnos sombra, aparecen montoncitos de piedras que nos van guiando, el juego se trata de buscar el siguiente montoncito sin perder de vista el anterior, es la única manera de continuar sin perderse.



Marcas con montones de piedras





Siguiendo las marcas de piedras llega un momento que el terreno se adentra entre canchales, enormes piedras que impiden ciclar y agotan, hay que llevar la bici a cuestas la mayoría del tiempo así que nos tomamos unos momentos de descanso.


Cargando con la bici



Descanso entre canchales
Finalmente aparece a la vista un grupo de pinos con un enorme buitre en sus ramas, al vernos levanta ágil el vuelo para alzarse en el azul cielo. Antes de alcanzar los pinos nos cruzamos con el camino que sube por nuestra izquierda desde el puesto de vigilancia, donde un indicador nos señala hacia los pinos indicando la ubicación del Pozo del Nevero.
Como ya hay comentado en otras excursiones al Jálama, el Pozo del Nevero no es otra cosa que un hoyo de piedras de unos 5 metros de diámetro hundido en el suelo para utilizarlo de nevera, en él se conservaba el hielo y desde aquí era distribuido por la zona.
Unos carteles explicativos y mapas lo detallan, aunque he encontrado por internet esta explicación educativa :
"Antiguamente (antes de la llegada de los refrigeradores actuales), los trabajos en los neveros comenzaban en primavera después de las últimas nevadas. Se cogía la nieve con palas y se llevaba a estos pozos, donde se prensaban para convertirla en hielo. Al pisar la nieve ésta se compactaba con doble finalidad: para disminuir el volumen ocupado y para que se conservara más tiempo en forma de hielo. Después se cubría con tierra, hojas o paja, formando capas de un grosor homogéneo. A continuación se echaba otra capa de nieve, se prensaba y se ponía otra capa de hojas o paja. Cuando llegaba el verano, se cortaban bloques de hielo que podían separarse con facilidad de los que estaban debajo gracias a la capa de hojas o de paja, y los bloques de hielo se transportaban (de noche, para evitar que se derritiera), hasta los lugares donde se comercializaban."
 

El Pozo del nevero








 
Hacemos de nuevo un descanso y aprovechamos para comer un bocata a la sombra del reducido pinar.
Al abandonar los pinos el suelo se teje de unas plantas verdes muy bajas y duras, llegan a pinchar, parecen tener estas características para protegerse del frío, en esta época además de la alfombra verde sobresalen en ella preciosas flores de colores.

Enseguida hay que abandonar las bicicletas, la subida ciclable se acaba, de hecho el último tramo hay que hacerlo andando, pero acabado este ya hay que saltar porteras de alambre y pasar entre los canchales.
 
Al final aparecemos en el punto geodésico donde el Jálama adquiere su mayor altura (1.492 m).
 

Desde este punto se pueden ver las montañas de Portugal, concretamente la sierra de Monsanto, se divisa la sierra de Gata, al fondo Las Hurdes y el llano del valle del Alagón.







Jálama (1.492 m.)



 

Sierra de Gata                   (con Las Hurdes al fondo)
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Decidimos descender alcanzando de nuevo el pinar, donde el camino de bajada es ciclable aunque peligroso.

 Descenso peligroso
 
Viendo al fondo que hasta la torre de vigilancia llega el camino, decidimos descender por éste, así que efectivamente encontramos un camino incluso ciclable para coche que pensamos que nos va a llevar dirección El Payo (hacia Salamanca) pero que finalmente gira al sur y nos deja en la carretera asfaltada metros antes de alcanzar el Puerto de Santa Clara, con lo cual no tardamos en alcanzar finalmente el coche.

Recorrido